En la búsqueda constante por optimizar el consumo de energía eléctrica y reducir costos operativos, es esencial entender y abordar tanto la energía activa como la energía reactiva. La energía reactiva es una componente de la energía eléctrica que no realiza trabajo útil, pero que es necesaria para mantener el flujo de corriente en sistemas eléctricos. Controlar la compensación de energía reactiva se ha convertido en una práctica fundamental para empresas y organizaciones que buscan maximizar su eficiencia energética y disminuir gastos innecesarios. En este artículo, exploraremos la importancia de controlar la compensación de energía reactiva y cómo puede beneficiar a empresas de diversos sectores.
¿Qué es la Energía Reactiva y por qué es un Desafío?
La energía eléctrica se compone de dos partes principales: la energía activa y la energía reactiva. La energía activa realiza trabajo efectivo, como la generación de movimiento y la producción de calor, y es la que realmente contribuye a realizar las tareas que demandamos de los dispositivos eléctricos. Por otro lado, la energía reactiva se debe a la naturaleza inductiva o capacitiva de algunos equipos y no realiza un trabajo directo, pero es esencial para mantener el flujo de corriente en un sistema eléctrico.
El desafío radica en que, si no se controla adecuadamente, la energía reactiva puede generar una serie de problemas. Estos incluyen pérdidas de energía, sobrecargas en la red eléctrica, disminución de la eficiencia energética y, lo que es más preocupante, costos adicionales en las facturas de electricidad debido a cargos por energía reactiva excedente.
Beneficios de la Compensación de la Energía Reactiva
- Reducción de Costos: Uno de los beneficios más notables de controlar la compensación de energía reactiva es la disminución de los costos en las facturas de electricidad. Al mantener los niveles adecuados de energía reactiva, se evitan cargos por excedentes y penalizaciones por bajo factor de potencia.
- Optimización de la Eficiencia Energética: Al reducir las pérdidas de energía y mejorar el factor de potencia, las empresas pueden lograr una mayor eficiencia energética en sus operaciones. Esto se traduce en un uso más efectivo de la energía consumida y una disminución del impacto ambiental.
- Mejora de la Estabilidad del Sistema: El control de la energía reactiva también contribuye a mantener la estabilidad del sistema eléctrico. Al evitar sobrecargas y fluctuaciones en el voltaje, se garantiza un suministro eléctrico confiable y seguro.
- Cumplimiento Normativo: En muchos lugares, existen regulaciones y estándares relacionados con el factor de potencia y la energía reactiva. Controlar adecuadamente esta compensación ayuda a cumplir con estas regulaciones y evita posibles sanciones. En Colombia la generación de energía reactiva es penalizada a través de las siguientes resoluciones:
-Resolución CREG 015 de 2018
-Resolución CREG 199 de 2019
-Resolución CREG 195 de 2022
Técnicas de Compensación de Energía Reactiva
Existen varias técnicas para controlar la compensación de energía reactiva, que van desde la instalación de bancos de capacitores; los cuales controlan por medio de un equipo electrónico la compensación automática de las cargas, llevando a punto el factor de potencia. Por otro lado, están los filtros activos; siendo este un equipo electrónico que corrige el factor de potencia de una instalación eléctrica, basado en el concepto de electrónica de potencia.
Es por esta razón que hoy por hoy en un mundo donde la sostenibilidad y la eficiencia son prioridades claves, controlar la compensación de energía reactiva se convierte en un componente esencial de la estrategia energética de cualquier empresa u organización que lo requiera. Los beneficios van más allá de la reducción de costos; se trata de optimizar recursos, minimizar impactos ambientales y garantizar un suministro eléctrico confiable. La inversión en la gestión de energía reactiva es una inversión en la eficiencia y el futuro.